Inicio » Blog » Fumar durante el embarazo. ¿Conoces los riesgos?
Fumar en el embarazo

Fumar durante el embarazo

Algunos obstetras dicen que fumar “hasta 5 cigarrillos por día” es aceptable. No obstante, esto no es así ya que no hay un nivel seguro de consumo de tabaco durante el embarazo. Está comprobado que fumar unos pocos cigarrillos por día expone al feto a miles sustancias tóxicas que pueden afectar su desarrollo y crecimiento. Cuando hay humo de tabaco en el ambiente, el feto recibe menos oxigeno, aumentan los latidos de su corazón y se altera el crecimiento normal de sus pulmones. También disminuye la circulación de sangre por la placenta, por lo que el feto recibe menos nutrientes.

Hace ya bastantes décadas que se conoce que fumar durante el embarazo aumenta de forma muy notable la probabilidad de sufrir abortos espontáneos e incrementa la mortalidad perinatal, asimismo se ha constatado una menor ganancia de peso de la esperada en el recién nacido, es decir, que los hijos de madres fumadoras pesan menos al nacer que los de las no fumadoras.

Riesgos de fumar en el embarazo

Fumar durante el embarazo expone a la madre y al bebé a muchos químicos perjudiciales, que limitan el suministro de oxígeno y el traspaso de nutrientes hacia el bebé. La nicotina daña el cerebro y los pulmones del bebé de manera permanente. Fumar durante el embarazo también se ha vinculado con muchos problemas de salud, entre ellos los siguientes:

  • Aborto espontáneo
  • Parto prematuro
  • Partos de bebés fallecidos
  • Muerte infantil
  • Bajo peso al nacer
  • Menor perimetro cefálico
  • Riesgo ligeramente mayor de defectos cardíacos, labio o paladar leporino y posiblemente otros defectos de nacimiento
  • Problemas de audición
  • Síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés). La investigación sugiere que los bebés de madres que fuman durante y después del embarazo tienen una probabilidad mucho mayor de morir del síndrome de muerte súbita (SIDS) en comparación con bebés nacidos de madres que no fuman.

Algunas investigaciones sugieren que los niños/as cuyas madres fumaron durante el embarazo o quienes estuvieron expuestas al humo de segunda mano, incluso en pequeñas cantidades, pueden presentar un mayor riesgo de:

  • Problemas de conducta, incluyendo ADHD (trastorno de déficit de atención con hiperactividad)
  • Un aprendizaje más lento en la escuela
  • Ser más propensos a tener presión arterial alta, asma, infecciones del oído, amigdalitis, caries, deterioro de la función pulmonar
  • Estar con sobrepeso u obesos en comparación con los hijos de no fumadores
  • Estar más propensos a fumar cuando sean mayores

Algunas razones para no fumar durante el embarazo

El embarazo es una excelente ocasión para dejar de fumar para siempre, tanto por tu salud como por la de tu hijo.

  • Vas a tener menos riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como aborto o parto prematuro.

  • Proteges a tu bebé de sustancias químicas que pueden dañar su crecimiento.

  • Tu hijo va a tener menos probabilidades de nacer con bajo peso.

  • Vas a tener más leche para amamantarlo.

  • La leche va a estar libre de las sustancias tóxicas del humo.

  • Ayudas a prevenir la muerte súbita del lactante, que afecta con mayor frecuencia a los bebés de padres fumadores.

  • Tu hijo va a tener menos riesgo de padecer asma y otros problemas respiratorios.

  • Tu hijo va a tener menos riesgo de tener trastornos de conducta y problemas en la escuela.

  • Ayudáis a que el tabaquismo no sea considerado algo normal, y es menos probable que tu hijo acabe siendo fumador.

  • Vas a disminuir el riesgo de morir por infarto o cáncer a temprana edad y podrás disfrutar a tu hijo por muchos mas años.

Unos cuantos consejos si aún tienes dudas

  • Busca apoyo. Cuenta a tu pareja, tus amigos y tus compañeros de trabajo que vas a dejarlo.
  • Márcate un día para dejarlo. Cuanto antes, mejor para el bebé. 
  • Juégatelo todo a una carta. Es más difícil fumar poco que dejar de fumar del todo. Por eso es mejor dejarlo del todo de golpe.
  • Piensa en positivo. El tabaco es el peor enemigo para ti y para tu bebé. Hay pocas cosas en la vida que tengan sólo ventajas y ningún inconveniente; dejar de fumar es una de ellas.
  • Intenta modificar tu rutina diaria. Puede ser una buena decisión antes del paso definitivo.
  • Procura moverte. El aire fresco y la actividad física tienen un efecto relajante y mejoran el humor.
  • Hipnosis. Este método natural y efectivo puede ayudarte a dejar de fumar sin ansiedad, sin malestar, y con grandes posibilidades de éxito cuando hayas tomado la decisión.
  • Llevar una vida saludable, pensar en el bebé y descansar. Son consejos válidos para cualquier embarazada, pero aún son más importantes cuando por fin has dejado de fumar.

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