El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes.
Aunque el insomnio únicamente suele concebirse como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas:
- dificultad para conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial, el más común de los tres)
- despertarse frecuente durante la noche (insomnio intermedio)
- despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal)
Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita durante el descanso nocturno, pudiendo ocasionar somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día.
Existen múltiples factores que pueden intervenir en este tipo de trastorno:
- Alcohol: al contrario de lo que mucha gente piensa, el alcohol no ayuda a dormir bien. Más bien todo el contrario. Si toma demasiado alcohol por la noche, no solo dormirá peor sino que corre el riesgo de mezclar resaca con cansancio el día siguiente.
- Pesadillas: El miedo a sufrir pesadillas recurrentes puede impedir que logre conciliar el sueño.
- Depresión: Las personas que sufren una depresión u otros trastornos psicológicos como ataques de pánico, ansiedad, etc. pueden experimentar mayor dificultad para dormir por la noche
- Motivos familiares: Hay bebés que no duermen por la noche y a consecuencia sus padres tampoco. Y una vez que se ha logrado calmar un bebé que llora por la noche, es frecuente que los padres tenga dificultad en volver a dormirse.
- Condiciones y enfermedades: A veces sufren el insomnio las personas que padecen condiciones tales como el asma, colon irritable, impotencia, acné u otras alteraciones de la piel, caída del cabello, apnea del sueño , alergias, impotencia, obesidad, ansiedad, hipertensión, etc. Muchas veces bien por los efectos físicos de su condición (dificultad de respirar o la tos, picores, necesidad de acudir al cuarto de baño repetidas veces, dolor de barriga….), o bien por los efectos psicológicos de la misma (nerviosismo, preocupación, estrés..)
- Cambios en la hora de dormir: El jetlag, o un trabajo en el que tiene que hacer distintos turnos y horarios pueden provocar trastornos del sueño.
- Medicinas: Estimulantes, anfetaminas, diuréticos, pastillas para adelgazar…. Varios tipos de medicinas pueden provocar el insomnio como efecto secundario. Antes de tomar medicamentos es importante leer sobre las contraindicaciones y efectos secundarios.
- Abuso de sustancias: El abuso de sustancias como drogas, alcohol, tabaco, cafeína, tranquilizantes etc.
- Situaciones de estrés: Grandes cambios en su vida doméstica o laboral, problemas financieros, la muerte de un ser querido…
- Ruidos externos: Si usted o su pareja suelen roncar, si hay ruidos de terceros en su casa durante la noche, si sus vecinos llevan un horario distinto, o si el camión de la basura pasa por su calle muy tarde… Todas estas situaciones pueden ser la fuente de su insomnio.