Si decidimos buscar razones para dejar de fumar, las más importantes siempre serán las que cada persona decida como tal. No obstante, entre los muchísimos motivos que nos pueden conducir a dar el paso, hay uno que es fundamental; la salud.
En cualquier caso, aquí encontrarás 70 razones muy importantes, que espero te sirvan para olvidarte del tabaco para siempre.
- El mal olor lo impregna todo: la casa, la ropa, la piel, los dedos y el aliento.
- El tabaco amarillea los dientes y crea un exceso de placa dental.
- Fumar provoca un envejecimiento prematuro de la piel debido al desgaste de las proteínas que le dan elasticidad.
- Fumar aumenta el riesgo de padecer psoriasis, una enfermedad inflamatoria y no contagiosa de la piel que se manifiesta en forma de manchas rojizas, pruriginosas y exudativas que afectan a todo el cuerpo.
- Los no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno también corren riesgo de padecer cáncer de pulmón y otras enfermedades.
- Los cigarrillos son una importante causa de incendios fortuitos y de las muertes que ocasionan.
- Los hijos de los fumadores tienen una capacidad pulmonar mas reducida y en la edad adulta pueden padecer trastornos respiratorios crónicos.
- Los niños expuestos a los efectos nocivos del humo de tabaco ajeno también corren el riesgo de padecer asma debido a la inflamación de las vías respiratorias que conducen el aire a los pulmones.
- Los niños menores de dos años expuestos al humo de tabaco ajeno en el hogar pueden contraer una enfermedad del oído medio que puede conducir a la pérdida de audición y a la sordera.
- Dejar de fumar es dar buen ejemplo a hijos, amigos y seres queridos.
- El consumo de tabaco puede afectar negativamente a las interacciones y relaciones sociales.
- Dejar de fumar significa no tener restricciones respecto a adónde poder ir, poder relacionarse socialmente y no sentirse aislado ni tener que salir a fumar.
- Dejar de fumar aumenta la productividad, al no tener que dejar lo que se está haciendo para fumar todo el tiempo.
- Un estudio mostró que los fumadores gastan un promedio de US$1,4 millones en gastos personales, incluidos el gasto en los cigarrillos, gastos médicos y salarios más bajos debidos al tabaquismo y la exposición al humo de tabaco ajeno.
- El tabaquismo incrementa la pobreza, ya que los hogares gastan en tabaco un dinero que podrían dedicar a otras necesidades mas importantes.
- El consumo de tabaco supone una carga para la economía mundial: se estima que los costos sanitarios para el tratamiento de las enfermedades causadas por el tabaco y la pérdida de capital humano por las afecciones y las muertes atribuibles al tabaco ascienden a 1,4 billones de dólares cada año.
- Los fumadores/as tienen más posibilidades de padecer infertilidad. Dejar de fumar reduce la dificultad para quedarse embarazada, los nacimientos prematuros, los bebés con bajo peso al nacer y los abortos.
- Fumar puede causar disfunción eréctil. El tabaco reduce la llegada de sangre al pene y puede causar impotencia. La disfunción eréctil es más común en los fumadores y es muy probable que persista o se haga permanente a menos que el hombre deje de fumar a una edad temprana. El tabaquismo también reduce el número y la motilidad de los espermatozoides y afecta a su morfología.
- Cada año, más de 8 millones de personas mueren a causa del tabaco.
- El consumo de tabaco en cualquiera de sus formas roba la salud, causa enfermedades graves y mortalidad prematura.
- En algunos países, los niños trabajan en el cultivo de tabaco, lo cual afecta a su salud y a sus posibilidades de ir a la escuela.
- La gran mayoría de los empleados del sector tabacalero ganan muy poco, mientras que las grandes tabacaleras obtienen enormes beneficios.
- El 25% de las muertes por cáncer en el mundo se deben al consumo de tabaco.
- Los fumadores/as corren un riesgo 22 veces más elevado que los no fumadores de sufrir cáncer de pulmón en algún momento de su vida. Fumar tabaco es la principal causa de este tipo de cáncer y se le atribuyen dos terceras partes de las muertes por esta causa.
- Uno de cada cinco fumadores/as de tabaco padecerá una neumopatía obstructiva crónica a lo largo de su vida, especialmente quienes empiezan a fumar durante la infancia y la adolescencia, ya que el humo del tabaco ralentiza significativamente el crecimiento y el desarrollo de los pulmones.
- En los adultos el tabaco empeora el asma, lo cual restringe la actividad, contribuye a la discapacidad y aumenta el riesgo de crisis de asma graves que requieran atención de emergencia.
- El consumo de tabaco duplica con creces el riesgo de pasar de la infección latente por tuberculosis a la enfermedad activa, y empeora la progresión natural de la enfermedad. Alrededor de un cuarto de la población mundial tiene tuberculosis latente.
- Unos pocos cigarrillos al día, fumar ocasionalmente o estar expuesto al humo de tabaco ajeno aumentan el riesgo de cardiopatías.
- Los fumadores/as tienen hasta el doble de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- El humo del tabaco daña las arterias coronarias y favorece la formación de placas de ateroma y coágulos, que restringen el flujo sanguíneo y pueden provocar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
- Tanto fumar como consumir tabaco sin humo causan cáncer de la boca, los labios, la garganta (faringe y laringe) y el esófago.
- La extirpación quirúrgica de una laringe cancerosa puede obligar a practicar una traqueotomía, es decir, a perforar el cuello y la tráquea para permitir que el paciente respire.
- Los fumadores/as corren un riesgo significativamente más elevado de sufrir leucemia mielógena aguda; cáncer de los senos nasales y paranasales; cáncer colorrectal, renal, hepático, pancreático, gástrico y ovárico, y cáncer en las vías urinarias inferiores (vejiga urinaria, uréteres y pelvis renal).
- Algunos estudios también han demostrado que existe una relación entre el consumo de tabaco y un mayor riesgo de padecer cáncer de mama, en particular en las fumadoras empedernidas y las mujeres que empiezan a fumar antes de su primer embarazo.
- También se sabe que fumar aumenta el riesgo de cáncer cervicouterino en las mujeres infectadas por el virus del papiloma humano.
- Fumar causa muchas afecciones oculares que, si no se tratan, pueden llevar a una pérdida permanente de la visión.
- Los fumadores/as también tienen un mayor riesgo de sufrir cataratas, una opacificación progresiva del cristalino que bloquea la entrada de luz. La catarata causa deficiencias visuales que solo se solucionan mediante una intervención quirúrgica.
- Asimismo, hay datos que indican que fumar causa glaucoma, una enfermedad que aumenta la presión intraocular y puede dañar la visión.
- Los fumadores/as adultos son más propensos a sufrir pérdida de audición.
- Se estimar que los fumadores/as pierden por lo menos 10 años de vida.
- Cada calada a un cigarrillo envía toxinas y sustancias cancerígenas al organismo, de las cuales al menos 70 son cancerígenas.
- El riesgo de contraer diabetes es más alto en los fumadores.
- Fumar es un factor de riesgo de demencia, un conjunto de trastornos que conducen al deterioro de la función mental.
- La enfermedad de Alzheimer es la forma de demencia más habitual y, según las estimaciones, el 14% de los casos registrados en el mundo se atribuyen al tabaquismo.
- Las fumadoras tienen más probabilidades de tener menstruaciones dolorosas y síntomas más graves durante la menopausia.
- Además, la menopausia llega de 1 a 4 años antes en las mujeres fumadoras, porque el tabaco reduce la producción de óvulos, lo cual resulta en la pérdida de la función reproductiva y la reducción de la concentración de estrógenos.
- El humo del tabaco reduce el suministro de oxígeno a los tejidos corporales.
- El consumo de tabaco aumenta el riesgo de sufrir periodontitis, una enfermedad inflamatoria crónica que desgasta las encías y destruye la mandíbula y ocasiona la pérdida de dientes.
- Los fumadores/as corren un riesgo muy superior a los no fumadores de sufrir complicaciones posquirúrgicas.
- A los fumadores/as les resulta más difícil dejar la ventilación mecánica. Esto suele prolongar su estancia en la unidad de cuidados intensivos y en el hospital en general, lo que puede exponerles a otras infecciones.
- Los fumadores/as suelen sufrir trastornos gastrointestinales, como úlceras gástricas, enfermedad intestinal inflamatoria —asociada a calambres abdominales—, diarrea persistente, fiebre y hemorragia rectal, así como cánceres gastrointestinales.
- Los fumadores/as tienen más propensión a perder densidad ósea y a sufrir fracturas; además, estas fracturas se pueden curar con mayor lentitud o menor eficacia, causando complicaciones graves.
- Las sustancias contenidas en el humo del tabaco debilitan el sistema inmunitario y exponen a los fumadores a sufrir infecciones pulmonares.
- Los fumadores/as con predisposición genética a sufrir trastornos autoinmunes tienen mayor riesgo de contraer varias enfermedades, como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la meningitis bacteriana, las infecciones posquirúrgicas y el cáncer.
- Los fumadores/as inmunodeprimidos, como los que tienen fibrosis quística, esclerosis múltiple o cáncer, corren más riesgo de presentar síntomas comórbidos y de fallecer prematuramente.
- Además, los efectos inmunosupresores del tabaco aumentan el riesgo de contraer el sida en los infectados por el VIH. El promedio de años de vida perdidos en los fumadores VIH-positivos es de 12,3, más del doble de la cifra correspondiente a los que no fuman.
- El consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco durante el embarazo aumentan el riesgo de muerte fetal.
- También son más frecuentes las muertes prenatales (partos en que los fetos han muerto en el útero) debido a la privación de oxígeno en la placenta y las alteraciones placentarias producidas por el monóxido de carbono del humo del tabaco y la nicotina de este y del tabaco sin humo.
- El riesgo de embarazo ectópico, una complicación potencialmente mortal para la madre en la que el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, es mayor en las fumadoras.
- El riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer es más elevado en los bebés nacidos de embarazadas que consumen tabaco fumado o sin humo o que están expuestas al humo de tabaco ajeno.
- Los gobiernos y las autoridades locales, y no las propias empresas tabacaleras, pagan por la limpieza de los residuos del tabaco. Dejar de fumar significa también proteger el medio ambiente.
- Las colillas de cigarrillos son uno de los residuos más comunes en todo el mundo y la basura que más se recoge en las playas y las orillas de ríos y lagos.
- En las colillas de cigarrillos se han identificado sustancias peligrosas, entre ellas arsénico, plomo, nicotina y formaldehído, que se filtran de las colillas desechadas a los medios acuáticos y al suelo.
- Se estima que las emisiones de la producción de tabaco equivalen a tres millones de vuelos transatlánticos.
- El humo del tabaco contiene tres tipos de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxidos nitrosos) y contamina tanto entornos interiores como exteriores.
- En todo el mundo, cada año se destinan aproximadamente 200 000 hectáreas a la agricultura y la cura del tabaco.
- La deforestación para el cultivo de tabaco tiene muchas consecuencias ambientales graves, entre ellas la pérdida de biodiversidad, la erosión y degradación del suelo, la contaminación del agua y el aumento del dióxido de carbono atmosférico.
- El cultivo de tabaco suele entrañar un uso considerable de sustancias químicas, tales como plaguicidas, fertilizantes y reguladores del crecimiento. Estas sustancias pueden afectar a las fuentes de agua potable debido a la escorrentía de las zonas de cultivo de tabaco.
- Por cada 300 cigarrillos producidos (unos 1,5 cartones), se necesita un árbol solo para la cura de la hoja de tabaco.
- Con una producción anual de seis billones de cigarrillos, cada año se fabrican unos 300.000 millones de paquetes para productos de tabaco (a 20 cigarrillos por paquete). Si consideramos que cada paquete vacío pesa unos seis gramos, esto supone unas 1 800 000 toneladas de envases usados, compuestos por papel, tinta, celofán, papel de aluminio y pegamento. Si a esto se suman los residuos de los cartones y cajas que se utilizan para la distribución y el empaquetado, el total anual de desechos sólidos tras el consumo sobrepasa las 2 000 000 de toneladas