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Las condiciones psicológicas del deportista pueden ser aprovechadas al máximo si se recurre a métodos de preparación mental. Para ello, la hipnosis utiliza diversas herramientas que ayudan al deportista a obtener un alto rendimiento y alcanzar un mejor desempeño profesional.
La inquietud, el estrés, el negativismo, las malas experiencias pasadas, el nerviosismo, la tensión, los pensamientos anticipatorios ligados al agotamiento en los momentos del torneo o la competición, o el desconocimiento del espacio donde se llevará a cabo la prueba, pueden llevar a un deportista a un grado de ansiedad tal que sus músculos no le respondan del modo más apropiado, y sienta miedo y tensión durante la prueba.
Mediante el entrenamiento bajo hipnosis la mente puede ser ejercitada, de tal manera que el deportista puede aumentar su fortaleza mental, su rendimiento físico, su confianza en sí mismo, su concentración y de este modo ver facilitada su preparación para alcanzar los objetivos propuestos.
En la medida en que quien practica deportes pueda entrenar su mente a través de ejercicios de relajación, autoestima, concentración, sensibilización, visualización y afrontamiento logrará desarrollar y potenciar sus habilidades optimizando su rendimiento.
El entrenamiento mental incluye también el trabajo con las emociones del deportista, sus deseos, sus temores y el ámbito familiar y social en el cual se desenvuelve.
Hay que tener en cuenta que al practicar un deporte de competición, los sentimientos, ideas y emociones producen modificaciones en los niveles de ansiedad generando, la mayoría de las veces, estrés en el deportista.
El logro en la disminución de la ansiedad permitirá que el deportista controle sus tensiones, inseguridades, estrés, diálogos internos y pensamientos negativos, favoreciendo y facilitando el alcance del éxito deportivo.
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