Imagina que ahora, justo en este instante, tienes dos caminos frente a ti y debes elegir por cual quieres continuar. Para tomar esta decisión sólo hay una condición; debes ser totalmente sincero/a contigo mismo/a, ya que de lo contrario te estarás engañando y tu elección no servirá de mucho. Veamos cuales son estos dos posibles caminos.
Uno de ellos parece bastante despejado, aparentemente es el camino más fácil, y la indicación lo señala bien claro: SEGUIR FUMANDO.
Este es el camino que debes elegir si tienes claro que en este momento fumar tiene para ti más ventajas que inconvenientes.
- Si aceptas el riesgo que supone para tu salud continuar introduciendo en tu cuerpo el humo tóxico de miles de cigarrillos cada año.
- Si no te sientes prisionero/a del paquete de tabaco al que estás “encadenado/a” permanentemente.
- Si consideras que comenzar a fumar fue una buena decisión en tu vida.
- Si el dinero gastado en tabaco hasta hoy ha sido bien invertido.
El otro camino parece menos despejado, nos genera más dudas, y tal vez nos provoca una cierta incertidumbre. Su indicador es muy claro también: DEJAR DE FUMAR.
Elegir este camino implica una decisión muy importante, que va a tener un impacto absolutamente positivo en tu vida. Debes elegir este camino…
- Si tienes claro que fumar tiene más inconvenientes que ventajas para ti.
- Si te preocupan las consecuencias para tu salud derivadas del consumo de tabaco.
- Si te sientes prisionero/a del paquete de tabaco que en este momento seguro tienes muy cerca de ti.
- Si sueñas con sentirte libre y no comenzar y acabar cada día con un cigarrillo entre tus dedos.
- Si piensas que comenzar a fumar fue la peor decisión de tu vida.
- Si crees que todo el dinero gastado en tabaco ha sido una inversión enorme y absurda.
Debes tener claro que no hay más posibilidades, solo puedes decidirte por uno de los dos caminos que tienes ante ti, sabiendo que la opción que elijas va a ir acompañada de unas consecuencias de gran importancia para tu vida.
Hay algo que has de tener muy en cuenta también; tu “mente” de fumador/a no te lo va a poner fácil, va a tratar de hacerte dudar, va a buscar excusas, va a hacer que aparezcan miedos, va a intentar que tu decisión sea difícil, y en definitiva, que no salgas de esa trampa que es el tabaco.
Tu mente subconsciente, después de miles y miles de cigarrillos está programada para continuar fumando, y no tiene ningún interés en ponerte fácil la decisión de dejar de fumar. Tu quieres dejar de fumar, en realidad te gustaría dejar de estar atado/a a un paquete de tabaco, y es ahí cuando tu mente de fumador/a pone sus “peros”…
- Me gustaría dejar de fumar pero….
- Se que el tabaco es malo pero…
- Siento que mi salud mejoraría si no fumara pero….
Y después de ese “pero” puedes completar la frase tú mismo/a. Aunque poco importa lo que añadas, ya que cualquiera de los inconvenientes de dejar de fumar no es comparable, ni de lejos, a los beneficios que supone olvidarte del tabaco para siempre.
Por último un par de cosas mas antes de que decidas qué camino vas a tomar…
La primera es que tú no tomaste la decisión de convertirte en fumador/a…. simplemente caíste en una trampa sin saber dónde te metías en realidad. Ahora en cambio, si puedes tomar una gran decisión y recuperar tu libertad.
Lo segundo es muy importante también. Cada día miles y miles de personas dejan de fumar, sin importar su edad, su sexo, los años que llevaban fumando y los cigarrillos que consumían cada día. ¿Qué te diferencia de ellos?… Nada, absolutamente nada. Cualquier persona tiene la capacidad de dejar de fumar para siempre, eso es una realidad incuestionable.
Y ahora sí. Tómate el tiempo que necesites, reflexiona, sé sincero/a contigo mismo/a y decide… ¿Qué camino quieres seguir?